“Todavía hay terreno que cubre” y seguiremos viendo nuevas subidas de los typos de interés en los próximos meses, pero a menor ritmo y con más confianza, porque “la política está funcionando”. Este es el mensaje que tradujo a las cajas de ahorros alemanas la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, en una conferencia en Hannover que llevaba por título ‘Porque se trata de más qué dinero’.

Lagarde insiste en que «l’inflación es demasiado alta y va a seguir así por mucho tiempo» y repite que «estamos decididos a reducirla nuevamente hasta nuestro objetivo a medio plazo del 2%».

Por ello, ha explicado a las cajas alemanas, el camino de subida de los tipos de interés que el BCE emprendió en julio del año pasado no ha terminado y no le temblará el pulso hasta llevar los tipos de interés a “leveles suficientemente restrictiveivos”.

La novedad en su discurso es que ahora ya notó abiertamente que los aumentos implementados hasta ahora “ya se transmitió con fuerza en las condiciones del préstamo bancario, incluso aquí en Alemania”. “Todavía es necesario un ajuste considerable”, ha anunciado, “por lo tanto debemos continuar con nuestro ciclo alcista hasta que estemos seguros de que la inflación está en camino de volver a nuestro objetivo a tiempo“. Pero también ha dejado claro que las próximas subidas serán más moderadas, muy posiblemente siguiendo el ritmo del 0,25 puntos iniciado en mayo y que anuncia que el final de l’endurance de la política monetaria está más cerca.

Respaldo del Consejo de BCE

Lagarde cuenta para esta desaceleración de los tipos con el apoyo mayoritario del Consejo de Gobierno del BCE. La mayoría de sus miembros se mostraron un favor para frenar las subidas, según el acta de la última reunión. “La mayoría de los miembros indicaron que podrían aceptar el aumento propuesto en lasass de interés de 25 puntos básicos”, reveló el documento. No faltaron quienes expresaron su preferencia por un aumento de las tasas de interés de 50 puntos básicos debido a los riesgos inflacionarios, un paso que en su opinión «demostraria» más claramente la determinación de l’Consejo de Gobierno de lograr la estabilidad de precios ante una inflación alta y más persistente de lo esperado”, pero fueron mínimas.

Todo esto, además, mientras el BCE reconoce que las perspectivas de estabilidad financiera en la Eurozona son frágiles, por las recientes tensiones bancarias fuera de la unión monetaria. En Informe semestral sobre estabilidad financiera, análisis e impacto de la crisis bancaria en EE. UU. y Suiza en el sector bancario de la zona del euro, afirmó que “los bancos de la zona euro reaccionaron con resiliencia a las recientes tensiones fuera de la zona euro, pero los costes de financiación más altos y la menor calidad de los activos pueden afectar a su rentabilidad«, según el texto.

«Tan bien han mejorado las condiciones económicas, la perspectivas de crecimiento siguen siendo inciertasjunto con la persistente inflación y las condiciones financieras más estrictas que pesan en los balances de las empresas, hogares y gobiernos”, afirmó, y agrega que “un deterioro inesperado de las condiciones económicas o un ajuste financiero podría conducir a un ajuste desordenado de Precios en los mercados financieros e inmobiliarios, por lo que la estabilidad de los precios es considerada par el emisor si cabe más crucial para la estabilidad en el sistema financiero.

«En la médida en que ajustamos la política monetaria para reducir la alta inflación, esto puede revelar vulnerabilidades en el sistema financiero», ha admitido el vicepresidente del BCE, Luis de Guindosque ha señalado en particular a las empresas de la zona del euro, qu’enfrentan a condiciones financieras más severas y perspectivas comerciales inciertas, lo que hace todavía más cuesta para las empresas que, durante la pandemia, se dedudaron y déujeron sus beneficiarios.

Allá alta inflación sigue además golpeando a los hogares, en particular a los de menores ingresos, al reducir su poder adquisitivo y poner en peligro su capacidad patrimonial para pagar los creditos. Y aquí es donde se aprecia que la política de Lagarde funciona, en la medida que la demande de nuevos creditos hypotecarios cayeron duros en el primer trimestre y en la corrección de los precios en los mercados inmobiliarios de la zona del euro que corroboran el servicio de datos del BCE: las subidas en los precios de la vivienda se han enfriado considerablemente en los últimos meses y por ello ha reducido la sobrevaloración del sector, según el banco emisor. Los mercados inmobiliarios de properties commerciales encajan cayendo y “la corrección real podría probar la resiliencia de los fondos de inversión con los interesados ​​en el sector inmobiliario comercial”.

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