Seis minutos de ejercicio de alta intensidad podrían prolongar la vida útil de un cerebro sano y reducir la aparición de trastornos neurodegenerativos, como la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson.
Una encuesta publicada enEl Diario de Fisiología», realizado en 12 personas, lo que significa que una sesión corta pero intensa de ciclismo aumenta la producción de una proteína especializada que es esencial para la formación del cerebro, el aprendizaje y la memoria, y podría proteger al cerebro del deterioro cognitivo relacionado con la edad. Estos resultados podrían para diseñar enfoques no farmacológicos accesibles, equitativos y asequibles que cualquiera pueda adoptar para promover un envejecimiento saludable.
La proteína llamada especializada factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF) promueve la neuroplasticidad (la capacidad del cerebro para formar nuevas conexiones y rutas) y la supervivencia de las neuronas. Los estudios en animales han demostrado que aumentar la disponibilidad de BDNF favorece el entrenamiento y entrenamiento, mejorando el aprendizaje y, en general, aumentando el rendimiento cognitivo. Estas funciones clave y sus aparentes cualidades neuroprotectoras han hecho que BDNF sea un objetivo para muchos investigadores del envejecimiento.
“The BDNF protein se ha mostrado muy prometedora en modelos animales, pero hasta ahora las intervenciones farmacéuticas no han logrado aprovechar de manera segura el poder protector de BDNF en humanos”, asegura el autor principal, Travis Gibbons, de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda).
Para diferenciar la influencia del ayuno y el ejercicio en la producción de BDNF, los investigadores compararon los siguientes factores para estudiar los efectos aislados e interactivos: 20:00 Ayuno; ejercicio ligero (ciclismo de baja intensidad de 90 minutos); ejercicio de alta intensidad (seis minutos de ciclismo vigoroso), y ayuno y ejercicios combinados
Los investigadores descubrieron que el ejercicio breve pero vigoroso era la forma más efectiva de aumentar el BDNF en comparación con un día de ayuno con o sin una sesión prolongada de ejercicio ligero. El BDNF aumentó de cuatro a cinco veces (396 pg L -1 a 1170 pg L -1 ) pero en comparación con el ayuno (sin cambio en la concentración de BDNF) o actividad prolongada (ligero aumentó en la concentración de BDNF, 336 pg L -1 a 390 pg L -1 ).
La causa de estas diferencias aún no conoce y se necesita más investigación para entender los mecanismos involucrados.
Una hipótesis está relacionada con el intercambio de sustrato cerebral y el metabolismo de la glucosa, principal fuente de combustible del cerebro. El cambio de sustrato cerebral es cuando el cerebro cambia su fuente de combustible favorito por otra para garantizar que satisagan las de energía del cuerpo, por ejemplo, metabolizando lactato en lugar de glucosa colgante el ejercicio. La transición del cerebro de consumir glucosa a lactato inicialmente a través de eso da como resultado niveles elevados de BDNF en la sangre.
El ayuno y el ejercicio se pueden usar en conjunto para optimizar la produccion de BDNF en el cerebro humano
El aumento de BDNF observado durante el ejercicio podría deberse al incremento del número de placas (las células sanguíneas más pequeñas), que almacenan grandes cantidades de BDNF. La concentración de placas que circula en la sangre está más influenciada por el ejercicio que por el ayuno y aumenta en un 20%.
Doce participantes físicamente activos (seis hombres, seis mujeres con edades entre 18 y 56 años) participaron en el estudio. La proporción equilibrada de participantes masculinos y femeninos debía proporcionar una mejor representación de la población en términos de diferencias de género.
“Ahora estamos estudiando cómo los períodos de ayuno colgantes más extensos de tiempo, por ejemplo, hasta tres días, influyen en BDNF. Tenemos curiosidad por saber si hacer ejercicio intenso al comienzo de un ayuno will speed up los efectos beneficiosos del ayuno. El ayuno y el ejercicio rara vez se estudian juntos. Creemos que el ayuno y el ejercicio se pueden usar en conjunto para optimizar la producción de BDNF en el cerebro humano”, añade Gibbons.