Un estudio publicado en la revista”Célula» presenta el caso de la primera mujer con VIH curada. Tratar con el «paciente de Nueva Yorkuna mujer con leucemia y VIH que está libre del virus desde 2017.

Sería la primera mujer en curarse del virus tras un trasplante de médula ósea y se suma a los otros tres casos, varones. A diferencia de nuestros pacientes, el paciente de Düsseldorf, el desaparecido paciente de Berlín y el paciente de LondresEn este caso el curativo fue criado en cabo a partir de células adultas resistentes al VIH obtenidas de sangre de cordón umbilical, además de células adultas de donantes compatibles.

La paciente de Nueva York, una mujer de mediana edad con leucemia y VIH, se identifica con su misma como mestiza. “La epidemia del VIH es racialmente diversa, y es extremadamente raro que las personas de color o la diversidad de personas se encuentren con un donante adulto suficientemente compatible que no esté suficientemente emparentado”, señala Yvonne Bryson de Universidad de California en Los Ángelesquien codirigió el estudio con la pediatra y experta en casos infecciosos Deborah Persaud, del Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins. «El uso de células de la sangre del cordón umbilical amplía las oportunidades para que las personas de ancestry diversa que viven con el VIH y requieran un trasplante para curar otras fermedades«.

Alrededor de 38 millones de personas en todo el mundo viven con VIH y tratamientos antivirales, por lo que es efectivo, según la situación.

El paciente de Berlín fue el personaje principal en el tratamiento del VIH en 2009 y, desde entonces, otros dos varones, el paciente de Londres y el paciente de Düsseldorf, también se han librado del virus. Los tres recibieron trasplantes de células madre como parte de sus tratamientos contra el cáncer y, en todos los casos, las células del donante resultaron de adultos compatibles o «emparejadosque portan copias de la mutación CCR5-delta32, una mutación natural que impartiría resistencia al VIH para evitar que el virus entre e infecte las células.

Solo alrededor del 1% de las personas blancas son homocigotas para la mutación CCR5-delta32 y es aún más raro en otras poblaciones. Este raro limita el potencial para trasplantar células madre portadoras de la mutación beneficiosa en color pacientes porque los trasplantes de células madre generalmente requieren una fuerte compatibilidad entre el donante y el receptor.

Sabiendo que será imposible encontrar un paciente en Nueva York con un donante adulto compatible con la mutación, el equipo en su lugar transplantó células madre portadoras de CCR5-delta32/32 de sangre de cordón umbilical almacenado para tratar de curar tanto su cáncer como el VIH simultáneamente.

Amigable con el paciente

The cell of the sangre del cordon umbilical se infundieron junto con las madre de uno de los familiares del paciente para mentar las posibilidades de exito del procedimiento. «Con la sangre del cordón umbilical, es posible que no tenga tantas células, y tarden un poco más en poblar el cuerpo después de la infusión -explica Bryson-. sangre del cordón umbilical le da a las células de la sangre del cordón un buen comienzo”.

El trasplante puso en remisión tanto el VIH como la leucemia del paciente, y esta remisión ha durado y más de cuatro años. Treinta y siete meses después del injerto, el paciente pudo dejar de tomar la medicación antiviral contre el VIH. Los médicos, que se muestran controlándola, dicen que ahora es seronegativa desde hace más de 30 meses desde que suspendieron el antiviral (en el momento en que se escribió el estudio, solo habían pasado 18 meses).

El trasplante de médula solo está indicado para el paciente con un cáncer hematológico que no responde al tratamiento

José Alcami

Virólogo y director de la Unidad de Inmunopatología del SIDA (Instituto de Salud Carlos III)

«Los trasplantes de células madre con células CCR5-delta32/32 ofrecen una cura de dos por uno para las personas que viven con el VIH y los cánceres de la sangre -asegura Persaud-. Sin embargo, debido a lo invasivo del procedimiento, los trasplantes de células madre (tanto con la mutación como sin ella) solo se considerando para personas que necesitan un trasplante por otras razones, y no para curar el VIH de forma aislada; antes de que un paciente pueda someterse a un trasplante de células madre, debe someterse a quimioterapia o radioterapia para destruir su sistema inmune existente”.

José Alcami, virólogo y director de la Unidad de Inmunopatología del SIDA (Instituto de Salud Carlos III), en declaraciones a Centro de Medios de Ciencias, destaca que el caso “tiene algunas características que lo hacen diferente. Lo más importante es que el trasplante no se realiza con las células madre de un donante adulto, si hemos obtenido el cordón umbilical”.

DNI genético

Cuando nacemos, las células progenitoras son más ‘adaptables’ a diferentes contextos genéticos. Un trasplante de médula de células madre adultas, explica Alcamí, “requiere una identidad genética completa, del 100% en una serie de genes que es como un DNI genético para el trasplante. Sin embargo, las células del cordón no requieren un 100% de identidad, sino que un 50 % de identidad es suficiente”.

Esta estrategia, dice “abre una vía para encontrar un mayor número de donantes por paciente candidato”.

En este sentido, Alcamí señaló que un aspecto importante del respeto a la raza es que la existencia de la deleción genética resistente al VIH (la denominada delta32 en homocigosis) es baja en la población caucásica (1%) pero prácticamente inexistente en la población africana. , con lo que las posibilidades de tener un donante ‘dos ​​por uno’ qu’cure leukemia y del HIV son prácticamente cero. La donación de células de cordón es, por tanto, un excelente estrato para superarr esta obstrucción.

Además, añade este virólogo, “un dato extra es que las células del paciente trasplantado son resistentes a las variantes del VIH que no utilizan el receptor CCR5«.

Por último, recuerda Alcamí que el trasplante de médula es una intervención médica arriesgada con mortalidades elevadas (hasta del 40%) que solo está indicado porque el paciente tiene un cáncer hematológico que no responde al tratamiento; es decir, “no se trasplanta porque está causado por el VIH”.