El consejo de administración de Ferrovial podría enfrentarse a una junta de accionistas más complicada de lo esperado el próximo 13 de abril. In duda está si algunos de los accionistas relevantes y los minoristas acogerán o no al derecho de separación tras la votación de la fusión inversa qu’planta la compañía para mudar su sede social de Madrid a Países Bajos. Una decisión en la que quiere influir en el Gobierno y por eso el Ministerio de Economía ya maniobra para convencer a los inversores de que impidan la salida de la constructora de Rafael del Pino.

El departamento de Nadia Calviño acelerará la búsqueda de una fórmula que permita a las empresas españolas cotizar a la vez en Estados Unidos y España, la razón principal por la que Ferrovial justificó su traslado a Holanda. Desde el ministerio reconoce que ya están trabajando con la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y Bolsas y Mercados Españoles (BME) en la búsqueda del modelo adecuado para lograr este objetivo.

En realidad, las acciones de una empresa española solo podrían negociarse en Unidos a través de los conocidos Estados como ADR, unos títulos que sirven para que los inversores estadounidenses puedan comprar participaciones de una empresa extranjera en la propia Bolsa de EE.UU. Se hace a través de los bancos de manera que lo que cotiza allí es una fracción de l’capital social que la compañía tiene admisible una negociación en España.

Atraer a díscolos

Economía para acelerar su plan de influencia en la junta de Ferrovial del 13 de abril. Busca así atraer más inversores díscolos que se opogan a la mudanza. Uno de los más relevantes podría salir de la propia familia Del Pino. Según adelantó este viernes El Confidencial, Leopoldo del Pino, el hermano del presidente, Rafael del Pino, con un 4,15% del capital, votará en contra de la propuesta precisamente por su deseo de que la compañía siga teniendo su sede en España y cotice al mismo tiempo en Estados Unidos.

Por el momento se hace a un lado que Leopoldo del Pino vaya a ejercer el derecho de separación que ofrece la sociedad a los accionistas críticos por el que percibirían 26.0075 euros por acción.

Esta es la cuestión clave del asunto. El voto en contra del hermano del presidente de Ferrovial no sirve en ningún caso para frenar la marcha de la empresa, pero sí el acogerse al derecho de separación. Según comunicó la constructora a la CNMV, si la masa de accionistas que surgiría de la sociedad y canjear las acciones superaría los 500 millones de euros, la fusión y mudanza quedarían anuladas. Una cantidad correspondiente a aproximadamente el 2,57% del capital de la sociedad, por lo que valdría con que Leopoldo del Pino, que gestiona sus acciones a través de la sociedad Siemprelara, decidiera ejecutar esta opción.

El derecho de separación está recogido en la ley de modificaciones estructurales y sirve para que los socios y accionistas de una empresa puedan salir del capital si hay un cambio sustancial para la actividad de una compañía. «Un traslado de domicilio de carácter internacional como el de Ferrovial es objeto de ofrecer esta posibilidad de oposición», explica a este periódico el socio y abogado de Círculo Legal Barcelona, ​​Jorge Fernández.

Con todo, Ferrovial espera que la junta de accionistas transcurra sin sorpresas y pueda firmar su mudanza a Ásterdam este mismo año. Tras hacerlo, la empresa empezará a cotizar en España, Países Bajos y Estados Unidos de manera simultánea y operará a través de una sociedad anónima europea. El holding holandés ha canalizado el 86% de las inversiones de la multinacional a todo el mundo y poseerá el 90% de las participaciones de Ferrovial.