hace un año y medio que no tiene ministro del interiordados el presidente alberto fernandezenjoado con quien si ocupa ese cargo, Eduardo «Wado» De Pedroel representante más emblemático de cristina kirchner en el Poder Ejecutivo. El funcionario fue quien encabezó en septiembre de 2021, después de la derrota oficialista en las PASO, una presentación de renuncias colectivas de ministros que militan en La Cámpora, pero aclarando una curiosa salvedad: esos ofrecimientos para dejar el poder carecían de la categoría de «indeclinables». Por decisión del Jefe de Estado, no disminuyó De Pedro, ni tampoco lo hizo el resto de sus compañeros de aquella aventura. Todos cumplieron órdenes, para hacer lo que hcieron, de su jefa, la vicepresidenta Kirchner.

En los últimos días, esta situacion de quebranto politico en el oficialismo se profundizó, de nuevo con De Pedro como protagonista. Fernández enfurecido con su ministro después de que trascendiera que éste lo acusó de no tener «códigos» debido a que no lo había invitado a una reunión que organizaciones de Derechos Humanos mantuvieron con el presidente de Brasil, Lula Da Silva. El Jefe de Estado, esta vez, afirmó que el gesto de ‘Wado’ es un límite. En medio de una crisis gubernamental con final abierto, asegura que la relación con el funcionario, y sobre todo con los Kirchner, sin retorno. Terminó la alianza gubernamental del peronismo, aunque los funcionarios K siguen en sus puestos, por ahora. Fernández no lo dice en público pero es lo que repite en las ultimas horas en privadode acuerdo a lo que reconstruyo Clarín gracias a fuentes calificadas de la Presidencia que hablan y piensan como el mandatario.

«Para mí, esto significa el final de la relación. Tanto con ‘Wado’ con Cristina”, insiste el Jefe de Estado, con palabras casi textuales, siempre de acuerdo a las fuentes antes mencionadas.

«Es indecente que ‘Wado’ siga ocupando un sillón en un Gobierno con el que no está de acuerdo”, reseña en la Quinta de Olivos al funcionario.

Aunque ya pelearon en público y en privado otras veces, el distanciamiento entre el Presidente y su vicio, sumado a las críticas de los funcionarios de La Cámpora, sumado en los dichos de De Pedro, se dan en un contexto distinto.

Empieza el año electoral y Fernández parece dispuesto a no dejar que los díscolos socios de lo que fue una coalición lo critiquen o trabajen de modo autónomo en su gestión.

«Hijos insoportables», se queja Fernández de sus propios aliados aunque al mismo tiempo sean en los hechos opositores pero K, y agrega: «¿Cómo es posible que ‘Wado’ diga que no tengo ‘códigos’ porque no estuvo en un encuentro de movimientos de Derechos Humanos con Lula? Esa reunión la pidieron las organizaciones, Lula aceptó, yo lo acompañé pero casi no lo hago y apenas hablé para presentar a todos los presentes. De Pedro nunca estuvo invitado. Es un evento menor para tener que bancarme una critica de ese tenor”, resume la situación un funcionario de Presidencia que podría ser Fernández, debido a la cantidad de horas por día que pasa con él.

Sobria Cristina, las palabras del presidente su más grave.

“Boicoteó la gestión de Guzmán en Economía. L’acuerdo con el IMF. Hizo todo para que me vaya mal. Si tengo que hablar con ella, lo hago, pero decidí empezar a gobernar solo”, es el pensamiento íntimo del presidentesiempre siguiendo el relato de las fuentes mencionadas en los párrafos anteriores.

¿Fernández por fin the pedirá la renuncia a De Pedro y al restaurant de sus subalternos que solo considerando como Jefa a la Vicepresidenta? “No es momento, esperemos, esperemos”, esquivó el Presidente a uno de los interlocutores que lo consultó sobre este tema en las últimas horas.

Hasta ahora, Fernández prefirió que prevalezca la unidad muy diversa de la coalición que lo llevó al poder, pero las diferencias entre los diferentes funcionarios K se ahondaron hasta quebrarse.

El Presidente está convencido de que las palabras hientes de De Pedro deben ser conocidas en un contexto particular de Reclos de la Vicio con su preponderante papel en la relación diplomática y personal con Lula Da Silva.

Fernández (Cristina) esperaba tener un encuentro con Lula durante su visita a Buenos Aires para un participante de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

Pero Da Silva la esquiva.

Pasaron las horas, un día, el segundo, y no se vieron.

La excusa que habría puesto el brasileño fue que no pudo movilizarse hacia las oficinas de la presidenta del Senado por cuestiones de seguridad.

La Vice se habría negado a ir ella hacia él. Lula soportó y trabajó durante la CELAC en la suite presidencial del hotel Sheraton.

El Presidente, dijeron fuentes diplomáticas de primera línea, no le pidió a Lula que no se viera con su enemiga interna.

Da Silva dejó en evidencia su resistencia a entrevistarse con Cristina en su viaje inmediatamente posterior a Uruguay.

La seguridad en ese país parecía distenderse debido a que viajó alrededor de cien kilómetros en auto para visitar José «Pepe» Mujica.

Desde 2019, Vice asocia su figura a la del brasilero para igualar su principal preocupación, la condena por corrupción en sur contra que describe solo como una persecución de la Justicia y los medios en su contra, con la de Lula. El mandatario esquivo de los K padeció 580 días de cárcel acusado de corrupción. The Corte Suprema de su país expirar que el directne debía salir en libertad y objetó el proceso penal por el que fue encarcelado.

Para la Vice, esa vivencia y la suya son similares y equiparables a lo que describen como «guerra judicial» o ley.

El presidente de Brasil, quien está muy agradecido con Fernández (Alberto) debido a que éste lo visitó en prisión, se habría molestado con Fernández (Cristina) por su insistencia para sacar provecho de su infortunio carcelario.

Fuentes de la diplomacia aseguraron a Clarín que Lula se fastidió el día que volvió a ser electo como Presidente de su país cuando una comitiva de funcionarios K le logró, sin que él supiera de qué se robaron, una gorra que llevaba inscritas las siglas CFK. Cuando los argentinos gritaron el número de Vice, el quitó el obsequio con gesto adusto.

Entre los funcionarios que habían viajado a Brasil para esos cómicos históricos estuvo el ministro De Pedro.

Fernández (Alberto), solo destacar que la comitiva oficial a Brasil fue encabezada por él, que viajó un día después para verso con su amigo ganador de las elecciones. De Pedro ya estaba ahí. «Quiso adelantarse a nosotros. haberlo dejado afuera de todas las reuniones pero no lo hicimos, lo pudimos recordar a que nos acompañe», describe desde Presidencia para destacar que Fernández (Alberto) nunca le puso trabas al ministro en el que hoy enfoca sus broncas.

Dado que la frase del titular de Interior se extenderá a la pérdida de los «códigos» del Jefe de Estado, es la invitada que conocía a la portavoz, Gabriela Cerruti, que lo llamara para conocer si era verdad que había dicho lo que dijo. El funcionario habría minimizado en palabras. el presidente no el crio. Al día siguiente, el viernes pasado, la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, conoció públicamente la demanda de Interior de que rectificara o explicara sus frases lacerantes para Fernández: «Es un buen momento para que el ministro pueda aclarar si esto ocurrió, o no, porque ponen en boca de él alguna situación de falta de códigos», dijo la funcionaria, amiga del Presidente, y siguió: «En todo caso, quienes están dentro del Gobierno y critican deben definirse. O estás adentro o estás afuera”. Ayer volvió ha cruzadose declaraciones entre los funcionarios leales a Fernández (Alberto), con quienes defienden a «Wado» ya Fernández (Cristina). Volvio el «Frente Todos contra Todos»aunque en esta escalada con novedades.

En el entorno de De Pedro piden que la frase del ministro respecto a la falta de «códigos» del Presidente no sea motivo de enfrentamientos internos, ya que se hubiera expresado en forma personal, por un enojo pasajero y por un tema puntual. “Wado defendió a Alberto cuando La Cámpora no lo recibió en Mendoza. Siempre trabajó para él a pesar de sus diferencias sobre temas de gestión”, dice un funcionario que trabaja con el ministro.

De Pedro no tiene intenciones de renunciar a su puesto y seguirá con su “campaña” para ser precandidato a Presidente.

Fernández sonríe ironic cuando se le pregunta si esa postulación del «camporista» lo preocupa o pone en crisis sabía propio precandidato en busca de una reelección.

Este nuevo enfrentamiento interno del PJ en el poder tiene características diferentes a otras peleas que ya sacudieron al poder central. Una de ellas es que Fernández ya no recibe en silencio y sin las críticas de sus adversarios internos.

En la Casa Rosada ponen como ejemplo que el Jefe de Estado despidió de su puesto como titular del INADI a Victoria Donda, activista acérrima de los Kirchner.

También señalaran que él (Alberto) ya dejó de llamarla a ella (Cristina) para consultarle qué decisiones tomar, y que ella (Cristina) ya de llamarlo a él (Alberto) para imponer ideas o para quejarse por la marcha del Gobierno.

El Presidente también dejó trascender su asombro y enojo cuando en un acto en Mar del Plata, otra militante funcionaria de La Cámpora, la titular del ANSES, Fernanda Ravertani siquiera lo nombró en un acto que compartieron juntos anunciando mejores en un programa social.

Acaba de empezar el 2023. Año electoral en el que se elegirá Presidente en la Argentina.

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