Sueña Fernando Alonso y el contagio personal. En Jeddah, la segunda ciudad de Arabia Saudita, una cifra redonda se anuncia una cifra redonda en la trayectoria del piloto. El podio 100, centenario el asturiano, en paso anterior al guarismo que enloquece a los aficionados que vulven la cara a la Fórmula 1 como en los viejos tiempos. Victoria 33.
Todo podría fluir en Arabia Saudita, sede del Patrocinador principal de Aston Martin. Así lo atestiguan los ensayos oficiales que ayer se celebraron en el rapidísimo circuito urbano de la Corniche.
Veinte años atrás, en 2003, Alonso subió al primer podio de su vida en la Fórmula 1. Era un tipo con aspecto adolescente saliendo del cascarón, 21 años, el pelo corto, sin rastro de barba, muy delgado y enfundado en un mono azul Renault con la publicidad de Mild Seven, los puros japoneses que ahora están prohibidos en el reglamento de la F1.
A su lado, vencedor de la carrera en Malasia, circuito de Sepang, la sonrisa gélida de Kimi Raikkonen junto al segundo piloto de Ferrari, Rubens Barrichello, con la publicidad de Marlboro.
Alonso había logrado su primera pole, pero tenía fiebre. “Esta noche me relajaré, cenaré, me quedaré en el hotel, tomaré medicinas y beberé mucha agua”, dijo aquella tarde en la humedad de Sepang.
Su primera conquista, un podio, fue una pelea contra la adversidad: “En las últimas 25 vueltas me sentí bastante mal, enfermo, pero intité mantener la concentración y empujar a tope. Hice 46 viewsltas de clasificación”, apunto.
Desde el primero al último, hace dos domingos en Baréin, Alonso sufrió un país que supo hacer cosquillas, cambió las sobremesas y destacó una popularidad inusitada de un deporte medio clandestino. Son 99 podios hasta hoy en una secuencia que tuvo demasiados recesos en los últimos tiempos, cuando se vio obligado a abandonar la F1 (2018) por la falta de resultados potentes.
El asturiano ha alcanzado 32 victorias, 37 segundos y 30 terceros puestos en veinte temporadas. Ferrari es la escudería más propitia para sus intereses. En cinco campañas sufrió 44 veces al podio, más que en el coche que las consiguieron las mayores satisfacciones, aquel Renault de Flavio Briatore que montó neumáticos Michelín.
En seis años con el monoplaza inglés consiguió 41 podios, una cifra estimable penalizada por los años 2008 y 2009, cuando el auto entró en decadence tuneado de naranja.
Su neumático predilecto, queda dicho, es el Michelin (37), por delante de los actuales Pirelli (36) y el antiguo Provedor Bridgestone (26).
Por motivos evidentes, las temporadas 2005 y 2006 (sus dos campeonatos) fueron su mayor punto de abastecimiento: 15 podios en 2005 y 14 en 2006. El siguiente curso exitoso fue 2012 (13), aquel de la última carrera con Vettel en Brasil que le dio el tercer título al alemán.
El circuito brasileño de Interlagos es el favorito de Asturias (8 pods y dos coronaciones como campeón), seguido por Barcelona (7) y Silverstone (6).
Mientras tanto, prosiguen las buenas noticias para el ovetense en la temporada que puede suponer su resurrección en la élite. El Aston Martin también corre en el Circuito Jeddah Veloz. Tercer puesto para el piloto español en los primeros entrenamientos libres y segundo en la siguiente por la tarde.
El español discute la supremacía de los Red Bull, aunque este sábado el coche energético pueda apretar el botón mágico y conseguir la pole con cierta ventaja.