El costo al Madrid Sucias vidas de las islas. En un partido en el qu’ugaba el pellejo, el Gran Canaria mostró su versión más fiera y resistente, muy alejada de su actuación en el primer duelo de la serie ante los blancos y mucho más cercano al equipo que conquistó la Eurocopa. Pesó que perdieron por 16 en el último cuarto (impresionante Musa y el Chacho), con la pólvora de Matanza consiguieron reducir la diferencia a uno y hacer sudar de lo lindo a los blancos. A los de Chus Mateo no les quedó más remedio qu’aguantar el chaparrón y cerrar el partido por la mínima. Ya están en semifinales, donde espera el Joventut.

A este Madrid no le cuesta acelerar, no suda a la hora de someter a sus rivales, despega desde la defensa y muerde con el tempo de Musa en ataque y con capacidad de Tavares para atraer rivales. Mejoró su cara el Gran Canaria eso sí, muy enchufados los isleños desde la línea de tres, hasta cuatro steeltos registraron los de Lakovic en los primeros minutos de encuentro (uno de Brussino con falta incluida realmente impresionante).

Guerra de trincheras en el segundo cuarto, mucho cuerpo a cuerpo y precaución. Seguían con alma de francotirador los canarios, Sacrificio anotó dos seguidos nada más salir del banquillo, y se iban haciendo poco a poco con la manija del encuentro. No cedían ni un centímetro de madera y los blancos, ante tal empuje, decidir refugiarse en la defensa y en las genialidades de Llull, que sonríe como nunca tras su obra de arte en Kaunas y tras converte en el máximo anotador de la historia del Madrid .

Musa, con su silencioso y mortífero baloncesto, volvió a coger el mando de las operaciones y el Madrid comenzó a sumar tras ventajas la reanudación. Aunque las scenas más llamativas las firmaba Balcerowski, sin miedo el pivote polaco a la hora de alcanzar el aro visitante, incluso si estaba Tavares de por medio, muy buena su actuación. Fueron de nuevo los veteranos, aquellos que salvaron la papeleta en Belgrado, quienes le dieron otro aire a los blancos. chacho mandaba y Llull trinchaba con contundencia para que el Madrid rompiese el partido su favor. El base metió un triple espectacular para cerrar el tercer acto.

Ascensor local

La fiesta del chachismo sigue en el último cuarto, un bombardero B-52 que no paraba de lanzar desde la línea de tres. A rebufo, los blancos llegaron a ponerse a 16, aunque el Gran Canaria, con mucho orgullo, lograron mantenerse con vida hasta los últimos minutos. Tanto que incluso redujo la diferencia a cuatro. Matanza, con una inversión triple, situada en Canarias a solo un punto. En una epopeya final donde los haya, a cara discover ambos bandos, sacó el Madrid su depurado manual de supervivencia, ese que permite a su corazón latir mucho más espacio que el de sus rivales. Pensar cuando todo el mundo se tira al vacío. Y fue así como cerraron el partido y sellaron su pase a las semifinales.

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