una bandera de inglaterra cubo la ilusión compartimental. El lenguaje gestual delata una esperanza de color verde. Son 20 presentaciones de un bólido de Fórmula 1 en su vida, pero a fernando alonso le puede la motivacion de encontrar esta vez si el santo grial. Es Aston Martinel coche de James Bond, el puente que tiende el piloto español con su nueva energía, su entusiasmo por competir, su deseo de ganar al fin el tercer título que por talento hubiera merecido y que diluye en el paso inexorable de la edad. Se puso de largo el denominado AMR23 y aquello fue una sinfonía de emociones de incierto futuro al fondo.

“No se lo que es la misión”cuenta Alonso para reducir de alguna manera el efecto de las redes sociales que lo entronizan hacia la victoria 33, otro fetiche que sintoniza con los 32 triunfos de su trayectoria, paralizado desde hace diez primaveras en el Gran Premio de España, escenario de su último éxito en Fórmula 1.

Es día de motivaciones obligadas, de sinceras expectativas en el trabajo hecho y de fuerte empatía entre los integrantes de un equipo, de todos los equipos (también contó con McLaren), que han trabajado durante el invierno y el resto del año pasado por aportar el bien más preciado en la Fórmula 1: la velocidad.

Normalmente la reciprocidad es manifiesta. La velocidad se consigue con inversión económica o con ideas. Y mayor que nada, con la confluencia de ambas cosas. Un multimillonario encabeza el proyecto de Aston Martin, Paseo Lawrence, a quien se ha unido a Alonso por varios motivos qu’explicó Durante el evento: “Tenemos una nueva fábrica que estará lista muy pronto, siento la energía, me gusta el departamento técnico, all pinta muy bien. Me convenció la gente nueva que fichamos y el liderazgo de Lawrence”.

El magnate canadiense compara impecablemente, traje oscuro a rayas y el discurso elocuente. Es el padre del compañero piloto de Alonso, Lance Stroll. «Hemos duplicado el número de trabajadores, ahora somos casi 800. Tenemos una fábrica puntera, nada se le parece. Hemos traído a gente de mucho nivel, porque queremos luchar por campeonatos en el futuro, es el tercer año en este viaje, y queremos dar un paso más, hasta poder ganar y pelear por los títulos».

«Gran equipo»

El Aston Martin lleva pintado como principal socio de Aramco, la principal petrolera del mundo. El dinero flotante se aprecia en cada detalle de la cuidada presentación. Los ponentes hacen insistieron en ello. Sin financiación no hay éxito en la F1. «La filosofía se convierte en un gran equipo, en Force India había 350 trabajadores, ahora son 800, hay que ir paso a paso, y yo puedo aportar algo, guiar sobre lo que es eficaz o no dice Alonso-. A medio plazo, Aston Martin no va a ganar carreras ni el título este año, tenemos que sentar las bases para acortar ese camino».

“La motivación de la amabilidad, la emoción en la construcción de este coche… Cada uno está en su punto más alto para conseguir el máximo rendimiento -analiza Lawrence Stroll-. Lo que necesitamos es gente, proceso y herramientas para conseguirlo”.

El monoplaza se asemeja a los proyectos que en su día lideraba Adrian Newey en McLaren y en Red Bull. Una marca de corte, de riesgo. Esto dice su segundo hasta ahora, Dan Fallows, que es el director de diseño del Aston Martin. «El 95 por ciento del coche es distinto al que habia el año pasado. Queriamos algo arriesgado y agresivo. Una revolución sensata que permitiese a los ingenieros llegar hasta los límites. Creo que lo hemos conseguido”.

Más optimismo para el vigésimo proyecto de Fernando Alonso en la Fórmula 1. Un sentimiento que el piloto español contiene, a pesar de la atmósfera envolvente. “El objeto será detrá detrá de los tres grandes, Ferrari, Red Bull y Mercedes doblaban al séptimo el año pasado. Si logramos situarnos en Plaza Cuarta estaria contento”.