Jacob Mellis estaba destinado a tener una carrera de éxito. Canterano del Chelsea, debutó en la Champions League ante el MSK Zilina, de la mano de Carlo Ancelotti, pero su mal vida y una lesión de rodilla le obligaron a colgar las botas. En los últimos 18 meses, el jugador de 32 años ha vivido en la calle.

Sido el mismo quien ha contado su situación en una entrevista con el Mail Sport. En él reconoce que no vi el alcance de sus actos y que jamás pensó que a él pudiera ocurrirle lo que le ha tocado vivir.

De ganar 8.000 libras a la semana a no tener nada

Ahora, no tiene casa, check mark o ingresos. De hecho explicó que pasó de ganar 8,000 libras a la semana a no tener nada. Vive de la caridad de amigos y familiares que le prestan sus casas para que pase la noche o que le pagan habitaciones de hotel para que no duerma en la intemperie: “Solo quieren lo mejor para mí. Intenten ayudarme en todo lo que pueden. Obviamente tienen sus propias vidas”.

El causante de todos sus problemas fue el alcohol. “Afecta el entrenamiento, los gerentes no estarían contentos. Recuerdo que una vez llegué borracho tiene un entrenamiento. Tendría 19 años”, reconoce.

De esos entrenamientos a los que llegó ebrio, cuenta un episodio con David Luiz. El brasileño notó en el aliento que había bebido y le preguntó, aún sin saber demasiado inglés, pero él le negó. «Cuando babys, pierdes el control de lo que estás haciendo«.

Además de su actuación, una broma de mal gusto terminó con su despido del club de Londres. El rechazar de su carrera comenzó con cesiones al Southampton y al Barnsley durante su estancia en el Chelsea. Después recaló en Blackpool, Bolton y, por último en la temporada 2021-2022, en el South End, dude detect it una lesión en la rodilla mal diagnosticado.

Intentarehacer su vida

En el Chelsea, además, trataron de reducir su situación con un mentor para evitar las salidas nocturnas: “Era engreído y arrogante. Sentí que debería estar jugando. No lo encauzamos de la manera correcta”.

Ahora, trata de recuperar su vida. Afirma que ingresará en un centro de rehabilitación para superar sus adicciones. Además, en este tiempo ha podido sacarse el título de aprendiz nivel 1 y 2 con la ayuda del Chelsea y la FA. “Veo fútbol todo el día, todos los días. Me gusta detectar los jóvenes talentos que están surgiendo. Siento que puedo ayudar de otras maneras, fuera del campo”, explica sobre su intención de rehacer su vida y poder aportar algo de su experiencia.