El Ministerio de Sanidad ha aprobado una nueva indicación de dapagliflozina, registrada por AstraZeneca con el número de ‘Forxiga’, para el tratamiento de enfermedad renal cronica (ERC) en pacientes con y sin diabetes tipo 2.).

El acto de presentación de AstraZeneca ha contado con la participación de las doctoras Marian Goicoechea, jefa del Servicio de Nefrología del Hospital General Universitario Gregorio Marañóny Mª Isabel Egocheaga, funcionaria médica de Atención Primaria del Centro de Salud Isla de Oza del Servicio Madrileño de Salud y se ha puesto de manifiesto la pertinencia de esta enfermedad, y los aspectos más interesantes de esta nueva indicación que llega después de veinte años sin apenas novedad en el tratamiento de la enfermedad renal crónica.

El ERC es una enfermedad silenciosa y desconocida para la gran mayoría de la población. Sin embargo, afecta a uno de cada siete adultos, lo que significa que aproximadamente el 15% de la población va a desarrollar la enfermedad, explicó Marta Moreno, directora de Asuntos Corporativos y Acceso al Mercado de AstraZeneca. Yañade «De hecho, en España es la 2ª causa de muerte que más creció en la década 2006-16, con un incremento del 30%. Actualmente, se encuentra entre las principales causas de muerte y se espera que esté dentro de las cinco primeros en 2040.” El ERC también ha implicado un elevado uso de recursos sanitarios y costos para el sistema, suponiendo casi el 3% del total del presupuesto del Sistema Nacional de Salud.

Dapagliflozina ya cuenta con dos indicaciones previas para el tratamiento de la diabetes tipo 2 y para la insuficiencia cardiaca con fracción de eyección reducida.

La importancia del diagnóstico precoz

«Para los profesionales de la Atención Primaria, estar en el primer nivel asistencial nos permite llevar a cabo una labor de concienciación a la sociedad sobre la ERC, patología tan desconocida como infradiagnosticada, en que cobra especial importancia el diagnóstico precoz, para detener la evolución de la enfermedad y evitar llegar a una terapia renal sustitutiva. Tenemos la ventaja de que trata de una patología de fácil diagnóstico: si llevamos a cabo un cribado en pacientes de riesgo podremos saber si tienen enfermedad renal crónica antes de que manifieste, momento en el que ya encontraría en estadios avanzados”, afirma Mª Isabel Egocheaga “La atención primaria es la ideal para llevar a cabo estas pruebas, que hoy en día son muy sencillas. Si se confirma el diagnóstico, tenemos con qué tratar la enfermedad frenando su avant”, señala.

El ensayo

DAPA-CKD fue un ensayo internacional, multicéntrico, aleatorizado y de doble fase III con 4.304 pacientes. Según explicó Marian Goicoechea, «como muestran los resultados del ensayo DAPA-CKD, dapagliflozina es la opción terapéutica actual en pacientes con ERC con o sin DM2 para retrasar la progresión, la entrada en diálisis y obtener beneficios en la supervivencia de los pacientes.

ERC presenta cifras alarmantes que afectan al 15% de la población española6, sin embargo, está infradiagnosticada, solo hay uno de cada 10 pacientes que son conscientes de padecerla. Si no se ha tardado en diagnosticar, la enfermedad puede evolucionar ha podido evolucionar a formas más graves, conocidas como ERC en estadios finales, en las que el daño renal y el deterioro de la función renal han progresado hasta el punto de requerir diálisis o transplante renal9, advirtió el doctorado.

El perfil más habitual de paciente con ERC es el de un varón, mayor de 65 años y con alguna otra patología crónica, sobre todo diabetes, la obesidad y la hipertensión

El perfil más habitual de paciente con ERC es el de un varón, mayor de 65 años y con alguna otra patología crónica, sobre alo diabetes, la obesidad y la hipertensión. Además, la enfermedad se asocia con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares, como por ejemplo la insuficienciacardia6, de ahí la importancia de su diagnóstico precoz”, detalla.

gran paso

«La puesta a prueba del uso de dapaglifozina en la Enfermedad Renal Crónica es un gran paso en el tratamiento de una patología con una prevalencia elevada en España, que se encuentra entre las principales causas de mortalidad y que supone un aumento del gasto para el sistema sanitario español» , concluye Marta Moreno.

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