Llega el momento de ir al aeropuerto to sufrimiento al avión y tienes, inevitablemente, las cosquillas en el estómago y el temor sobre si tendrás algún problema con el equipaje. Superar el primer control policial y sobre todo, ya a las puertas del embarque, no incumplir con los límites de peso son algunas de las cuestiones que preocupan a los viajeros, especialmente cuando van en líneas de bajo costo.

Ahora, una empresa que puede generar un preocupación adicional a sus pasajeros. Air New Zealand ha comenzado a pedir desde esta semana una condición, como mínimo, sorprendente e innovadora en sus controles de pasaje que nada que ver con el equipaje.

La compañía zelandesa, que realizó viajes más allá de sus islas, ha comenzado a pedir a los pasajeros de vuelos internacionales que pensar antes de embarcar y por ello está colocando básculas en sus zonas de embarcar. ¿Para que? Todo ello se debe a una razón técnica.

Promedio opcional

La nueva práctica, que no es obligatorio, se ha introducido esta misma semana y prolongará, al menos, durante el 2 de julio en algunos vuelos que salen desde el aeropuerto de Auckland. En este periodo se calcula que pueden llegar ha pasado de 10.000 pasajeros por las colas de embarcados interesados. La compañía ya hizo alguna prueba similar hace un par de años con pasajeros nacionales.

El motivo es muy simple: la compañía quiere pasar a tener esta información para que sus pilotos conozcan mejor las contraargas reales en los aviones y poder equilibrar mejor el avión antes de su despegue. El especialista en control de carga de Air New Zealand, Alastair James, remarca, en este sentido, que antes de cada despegue, el piloto debe conocer el peso y el equilibrio de la aeronave de carga.

“Pésamos todo lo que va en el avion: desde la carga hasta las comidas a bordo, pasando por el equipaje de la bodega. Para los clientes, la tripulación y el equipaje de cabina, utilizamos pesos medios, que obtenemos haciendo este estudio”, explica James.

Funcionarios de Air New Zealand prometen que el inclinado esconderán las cifras para que el resto de pasajeros, ni tampoco los propios empleados de tripulación, no vean el peso. Es más, los datos serán confidenciales y no se publicarán en ningún sitio, se asegurarán.

La aerolinea alega, ademas, que la estasis de obesidad en Nueva Zelanda está planteando y la propuesta de conocer el peso ha sido una petición de la Autoridad de Aviación Civil. Con lo que este detalle puede contribuir a decerer vuelos más seguros ya planificar mjor le consumo de combustible.

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