El ministro español de la Presidencia en funciones y miembro del equipo negociador del partido socialista para la investidura de Pedro Sánchez, Félix Bolaños, evitó pronunciarse sobre la foto del secretario de Organización socialista, Santos Cerdán, con el expresidente catalán Carles Puigdemont este lunes en Bruselas.
“Hoy es el día de la princesa de Asturias, vamos a celebrar su 18 cumpleaños y que jura la Constitución”, se limitó a decir Bolaños preguntado por la foto a su llegada al Congreso de los Diputados, donde hoy la princesa Leonor, heredera de la corona española, juró la Constitución, al cumplir los 28 años, la mayoría de edad en España.
El encuentro de ayer de Cerdán con el independentista catalán Carles Puigdemont en Bruselas allana el camino para la investidura de Sánchez como presidente del Gobierno, ya que los socialistas necesitan los votos de los partidos independentistas y nacionalistas.
Los 121 diputados socialistas junto con los 31 de Sumar, grupo de izquierda con el que ya han pactado, son insuficientes para alcanzar la mayoría en el Congreso, frente a los 137 escaños del conservador Partido Popular (PP) y los 33 del ultraderechista Vox.
Cerdán se reunió este lunes con Puigdemont, huido de la Justicia española desde 2017 por su implicación en el proceso independentista catalán, con el objetivo de “avanzar” hacia la investidura de Pedro Sánchez, según explicaron en sendos comunicados el partido socialista (PSOE) y Junts, el partido liderado por Puigdemont.
Un encuentro que según el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, era “la imagen de una “humillación y rendición”.
“El PSOE fue a rendirse y a rendir pleitesía a una persona que tiene cuestiones pendientes con el Tribunal Supremo”, indicó Feijóo este martes a la prensa antes de entrar al Congreso para asistir a la jura de la Constitución de la princesa Leonor.
Los independentistas catalanes para apoyar a Sánchez piden, entre otras cosas, una ley de amnistía para los implicados en el proceso independentista catalán, algo a lo que Sánchez se ha comprometido, según explicó este fin de semana a su partido.
Esta medida es criticada por el PP y por Vox, pero también en algunos sectores del PSOE.
Tras el fracaso de la investidura de Feijóo, al que optó al ser el líder del partido más votado, ahora lo intenta Sánchez y para ello necesita pactar con múltiples partidos independentistas y nacionalistas representados en el Congreso, pero tiene de plazo hasta el 27 de noviembre, si no, se convocarían elecciones de nuevo en el mes de enero.
Hasta ahora las negociaciones se están llevando a cabo con total sigilo por todas las partes, pero el encuentro de ayer, muy comprometido para los socialistas, se interpreta como que las conversaciones están muy avanzadas.