La sertralina es uno de los antidepresivos más comunes. Pertenece al grupo de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina -es decir, aumenta los niveles de esta- y sele recetar en diversos cuadros clínicos relacionados con la salud mental.

Especialmente, se recomienda en casos de depresión, trastorno obsesivo-compulsivo, ataques de pánico, trastorno de estrés postraumático y trastorno de estrés social y suele tomarse una vez al día por vía oral.

Es uno de los antidepresivos más comunes pero, como con cualquier medicamento, hay que tener en cuenta una serie de contraindicaciones que pueden afectarnos.

Estos van desde su incompatibilidad con otros medicamentos hasta los posibles efectos secundarios que pueden provocar diversas dolencias.

Entre ellas, Náuseas, diarrea o estreñimientoProblemas de sueño, boca seca, acidez estomacal, cambios en el peso, pérdida de apetito, dolor de cabeza o cansancio excesivo, entre otros.

A todos ellos, hay que sumar un nuevo efecto secundario que ha alarmado a la comunidad médica desde su publicación en estudios recientes recogidos por la revista ‘Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias’: la resistencia de los antidepresivos a los antibióticos.

Bacteria E.coli, una prueba

El informe recogido en la citada publicación puso a prueba las respuestas de la bacteria E.coli ante su contacto con antidepresivos de uso común como la sertralina.

Las bacterias se agregan y estresadas y aceleran a su ritmo habitual de choques para hacer frente a las amenazas, por lo que terminan desarrollando resistencia a los antibióticos.

Sertralina, escitalopram, bupropión, duloxetina y agomelatina, antidepresivos comunes, fueron empleados en el estudio con resultado similar en todos ellos ante la bacteria examinada, especialmente en el caso de la duloxetina y la sertralina.

En este caso de este último, sólo hizo falta un día de ingesta para comprobar los efectos adversos y su resistencia a la acción antibiótica.