La burbuja de seguridad que ha rodeado las ciudades portuguesas hasta ahora se ha quebrado esta mañana con el ataque cometido poco antes de las 11.00 en el centro de la comunidad ismaelita de Lisboa, que provocó la muerte de dos mujeres y heridas de gravedad a otras dos personajes. El agresor, de unos 40 años y padre de tres hijos, perpetró el ataque con un cuchillo y resultó herido en una pierna en el tiroteo que abrió la policía. el semanario Café exprés informó que el hombre podría sufrir algún tipo de trastorno mental.

“Sobre las 10.58 llegaron al local los primeros policías, que encontraron con un hombre armado con un cuchillo de grandes dimensiones. Se le dieron órdenes al ataque de que cesase su agresión, lo que desobedeció, avanzando en dirección a los agentes con el cuchillo en la mano”, informó en un comunicado la Policía de Seguridad Pública (PSP), que intervino. El agresor fue trasladado al hospital de Santa María para someterse a una cirugía tras ser herido por desapariciones y permanecer en el centro bajo la custodia de los agentes.

El jefe de la comunidad ismaelita, Nazim Ahmad, dijo al canal de televisión SIC que atacó a su nacionalidad afgana y le arrebató un cuchillo de gran tamaño. También corroboró que las víctimas eran mujeres de nacionalidad portuguesa y de unos 20 y 40 años. «Es hacer prematuro cualquier interpretación sobre las motivaciones de este acto criminal», dijo el primer ministro Antonio Costa. En comunicado de prensa, el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas y dijo que “los primeros indicios apuntan a que se trata de un acto aislado”.

El presidente del Partido Socialdemócrata, Luís Montenegro, escribe un tuit de repulsión: “El ataque de esta mañana es un crimen hediondo que la justicia debe castigar ejemplarmente”. Por su parte, la líder del Bloco de Esquerda, Catarina Martins, mostró su pesar y déstacó la ayuda laboral que brindó la comunidad ismaelita en el apoyo a los refugiados. El Centro Ismaili de Lisboa es la sede mundial de la comunidad ismaelita, una corriente minoritaria dentro de la rama chií del islam, cuyos miembros han sido atacados por grupos extremistas en países como Pakistán. El líder de esta minoría es el príncipe Aga Khan, que adquirió el edificio en Lisboa de la Nova School of Business and Economics, por 12 millones de euros en 2016. En Portugal, unos 8.000 fieles de esta comunidad.

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