Duhalde se purificó. Mover. Golpea con su mano: ¡Tac! Su rival responde, también rápidamente. Pega al reloj: ¡Tac! El expresidente ataca de nuevo. Bicicleta. Otro: ¡Tac! El competidor sonríe. La pasión es una guerra mínima, en la que, según Borges, odian las espaldas coloreadas. Aunque en la política juraste que eres un conciliador. ¡Tac!

Duhalde espera el almuerzo. Asado. Pero analiza todo y no tarda. Apura su embestida estratégica: ¡Tac! El rival se distrae con el teléfono. Tarde. Responde a los llamados. Chatá. Recién entonces defiende. ¡Tac! El tiempo pasa y las tácticas se agotan mientras un ejército avanza con éxito. Jacques. Novio. Gano Duhalde. Daniel Scioli no lo podía creer. Acababa de ser derrotado por su consejero y amigo en una partida de ajedrez rápido. De inmediato probó una excusa amigable: “Me ganó, no se puede creer. Descuidme un minuto. Es ajedrez rápido… Con todos los quilombos que tengo yo”.

Daniel Scioli jugó ayer con amigos y familia al paddle en su casa de La Ñata, en Tigre. Terminó ese otro partido y ya lo esperaba su principal invitado del día.

Todavía escucha a quien considera que eres un gran consejero de vida y carrera, el ex presidente eduardo duhalde.

Es, también, como desde hace décadas, su competidor en el ajedrez: «Lo derroté al amigo Daniel, qué se le va a hacer», se alegraba el ex Jefe de Estado.

Hacía un par de horas había pateado otro tablero. En declaraciones a Radio Mitre, se confirmó que creía terminado «el tiempo de La Cámpora».

Scioli ya no milita con la misma Fe que antes en el kirchnerismo. Hoy, aguanta la presión K renunciar a su lanzada precandidatetura presidencial para enfrentar en Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) al precandidato, o los precandidatos, que le pongan enfrente. Supone, serán elegidos por Cristina Kirchner. Eso, si este sistema electoral finalmente se impone en un peronismo en estado de shock por la incertidumbre que generará en la dirigencia no saber quién será quien pelee contra Javier Milei y Juntos por el Cambio en los comicios en los que se luchará por el total suma.

En la misma situación está el otro precandidato presidencial apoyado por la Casa Rosada, aunque con menor inserción en el territorio, el jefe de Gabinete, Agustín Rossi.

El mayor impulsión de las internas del oficialismo era, al menos hasta ayer, el ministro de Economía, Sergio Massa, que había sumado a este plan a un sector del Partido Justicialista (PJ) y también a gobernadores a la vice.

El titular de Hacienda sorprendió en el discurso que dio Durante el Congreso del Frente Renovador, su partido político, cuando dijo qu’insistía en que haya un solo candidato del Frente de Todos a la Presidencia, aunque esta vez aclarando que si había PASO debería sumarlo a él.

Hasta el viernes, el funcionario había dejado trascender que renunciaría a su cargo si durante los meses que vienen el oficialismo se sume en las peleas típicas que genera las internas para definir una candidatura. Su estrategia final consiste en que finalmente sea él, Massa, el elegido por los Kirchner para representar al PJ en las elecciones sin tener que pasar por el desgaste de comicios internos.

Más allá de todo, Scioli resiste y juró que lo seguirá haciendo.

Como en el ajedrez, guarda sorpresas para intentar avanzar sobre el casillero que parecen ocupar los demás.

¿Tiene con quienes compiten si es que se somete al voto confrontativo in PASO con otro peronista como él?

El exvicepresidente de Néstor Kirchner, dos veces gobernador de Buenos Aires, trabajó en el tema más de lo que conoce.

Viene hablando desde hace varias semanas con uno de los ex ministros más resistidos por la vice Kirchner, pero que él considera muy valioso, y más si tiene en cuenta que la discusión de la campaña será económica. Se trata de Martín Guzmán, ex titular del Palacio de Haciendo, crítico de la gestión de Massa, que podría ser el primer candidato a diputado nacional por Buenos Aires.

Scioli escucha a otro exministro que también se dedicó a la economía durante la gestión de Alberto Fernández y que, igual que Guzmán, debió dimitir por presión de la vice. Es Matias Kulfasquien tuvo un cargo el ministerio de Desarrollo Productivo, uno de los ejes discursivos de Scioli en esto, y en cualquier campaña.

La foto que la ilustración es una nota es una instantanea de este momento de juego y diálogo político.

Scioli se acercó adrede al tablero a una de las esculturas de próceras de la historia nacional e internacional que decoran su casa de La Ñata. es Nelson Mandela.

«Hizo de árbitro de la partida con Duhalde», bromeó con los presentes, pero mandó una señal sobre lo que cree que será una cuestión central del nuevo ciclo político que empezaría en diciembre: «Mandela will be a pacificador».

Y dijo entonando: “Es lo que soy yo, y también lo que fue, y es, Duhalde. Somos pacificadores”.

En su contraofensiva electoral, Scioli habla con varios importantes ex funcionarios, intendentes, gobernadores.

En política no todo lo que parece, es.

El ex gobernador sumará ha sido dotado de otra importante función de gestión en Buenos Aires. También resistido por los K, aunque nunca se animaron a pedirle que renuncie. Se trata del ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, con quien tiene gran afinidad.

¿Podría Berni ser el compañero de fórmula de Scioli?

El precandidato a gobernadora de Buenos Aires de Scioli, si es que finalmente las PASO se concretan en el PJ, Será la hoy ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz.

Berni tiene partido político propio en Buenos Aires y no bajó el perfil de aspiración.

Ayer, en una entrevista con Radio 10, defendió sin nombrarlo a Scioli. se ha producido crítico de modo explícito a los gobernadores que se reprodujo el miércoles en Buenos Aires para emitir un comunicado en el que parecen demandar que no haya PASO a nivel de precandidatos presidenciales en el PJ, al mismo tiempo que pidieron mayor participación para alguno de sus referentes de las provincias en los nuevos espacios de poder que podrian abrirse si el Frente de Todos logra ganar unos comicios en los que corren desde muy atras.

El documento de los gobernadores simuló ser muy duro con quienes, como Scioli, piden PASO para competir por la Presidencia, pero al mismo tiempo los mismos gobernadores se encargaron de que el ajedrecista de La Ñata supiera que ninguno de ellos tiene intenciones reales de que esas internas no se realicen.

Al menos es lo que le transmitio el mandatario de La Rioja, Ricardo Quintela, al propio Scioli.

Berni, por las dudas, ayer pegó, bien a su estilo.

Se acuerda que Scioli tiene posibilidades reales si compite internamente tanto como el presidencial que se identifica con Cristina Kirchner, su hijo Máximo y La Cámpora, el ministro Eduardo De Pedro, como con cualquier otro directonte de un oficialismo alicaído, y para colmo, partido por la falta de diálogo entre el presidente y su vice.

Berni buscó frenar la presión de los gobernadores del PJ contra Scioli con estas declaraciones: «Con todo respeto que le tengo a los gobernadores, creame que ninguno de ellos está en condiciones de exigirnos nada a los militantes”, dijo, y agregó: “La boleta de cada partido es una gran locomotora que tracciona con un candidatureo a Presidente. La mayoría de los gobernadores que estaban en esa reunión se desengancharon de esa locomotora, desdoblaron las elecciones, como se dice en política se aseguraron la suya, y ahora quieren exigir los que ellos no fueron capaces de hacer. Y además, muchos de esos gobernadores en sus provincias tuvieron PASO. No me pareció una mirada acertada que exijan lo que exigieron”.

El comunicado que hicieron públicos los jefes territoriales de las provincias gestionadas por el PJ-K pareció ser muy explícito, como se dijo, en exigirle a Alberto Fernandez que suspendiera cualquier intentona de hacer competi en PASO a quienes quieran ser candidatureos a sucederlo en el cargo .

Pero tras la misma reunión de los mimos firmantes de ese documento, uno de los protagonistas de ese encuentro, el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, dijo casi lo contrario a lo que rubricó.

La picardía peronista.

«No se le puede cercenar el derecho de participación a nadie, por lo que lo más sensato es que, si no se logra la lista de unidad, no hay más que dos listas en primarias», dijo Capitanich.

El gobernador de Catamarca, Oscar Jalil, fue el encargado de comunicarse con el Presidente para pedirle una reunión colectiva. Alberto Fernández gambeteó y aseguró que lo iba a llamar el lunes, es decir, mañana.

Ahora el escenario tal vez se modifica tras el discurso de Massa.

La cuestión básica, que se define como tal, es la pelea sin retorno qu’existe entre el presidente y su vice.

Fernández (Alberto) está convencido de que culminó el apogeo de poder de los Kirchner.

Y que la vice ya no puede imponer a un candidato presidencial un dedo.

Es singular, porque es lo que hizo con él mismo.

Scioli, mientras la incertidumbre carcome como nunca antes al peronismo en el poder, que ve acercar la fecha límite para escribir a su candidato presidencial sin que aun haya un número de consenso total, espera y arma sus estructuras.

Diálogo de modo permanente con intendentes bonaerenses.

Y se habría cerciorado de que la vice no sea la que lo vete a disputar una interna.

«Con Daniel está todo bien», son los mensajes que habrían recibido.

«El problema son los otros pe…»

Sí, Cristina sigue insultando al Presidente, enojada como lo estaba antes con él, aun más enojada, así como él está aun más enojado con ella, todavía más, cruzándose criticas vía mensajeros en común, pero sin definir ningún acuerdo, ni siquiera electoral , al calamar al peronismo que luego espera la señal para empezar la pelea electoral.

El 24 de junio todo estará definido. Los candidatos. Es probable que, aun así, las peleas del PJ continúen.

Scioli jugará mil partidas más de ajedrez en La Ñata. Con conocidos invitados. Y con secretos, también.