Francia tiene impuesto a España en la disputa por el hidrógeno derivado de la energía nuclear. Macron trajo a Scholz en la fase final de negociación para bloquear la adquisición del proyecto H2Med y alemán. A pesar de las garantías que recibió el gobierno español hace tres semanas, la Comisión Europea ha dado el visto bueno tiene la calificación de “energía verde” en el reverso “actos delegados” que define en “bajo qué condiciones el hidrógeno, los combustibles a base de Hidrógeno u otros vectores energéticos pueden ser considerados como combustibles renovables de origen no biológico, para producir “a partir de electricidad renovable”.

De esta manera, Bruselas considera hidrógeno renovable ya que se fabrica con un 90% de electricidad renovable y clasifica el “hidrógeno bajo en carbono” como “aquel que deriva de fuentes no renovables que producirán al menos un 70% menos emisiones de gas de efecto invernadero que el gas natural fósil a lo largo de todo su ciclo de vida”. Esta clasificación da cabida al hidrógeno de origen nuclear, que podrá por tanto circular por H2MEd, tal y como había exigido Francia.

Aunque se produjo de una derrota, puesto que sustituía al MidCat project, con el que España hubiera podido suministrar gas a Europa, el H2Med project fue presentado por el gobierno español el pasado diciembre en una cumbre celebrada en Alicante, a la que asistieron, junto El presidente Pedro Sánchez, Emmanuel Macron y el portugués Antonio Costa.

La rueda de prensa conjunta dio lugar a cierto resquemor diplomático, debido a que Macron deslizó en su intervención que los tubos del H2Med transportarían “hidrógeno bajo en carbono, hidrógeno limpio que puede lograrse bien con renovables o bien con nuclear”, introduciendo así en el Negocio al hidrógeno rosa procedente de los reactores nucleares franceses. España pidió después de una aclaración y el gobierno de Sánchez garantizó que H2Med transportaría exclusivamente hidrógeno verde, el producido por la electricidad generada por energías renovables.

El Ministerio de Transición Ecológica anunció en enero que España y Francia han obtenido implica a Alemania en el proyecto promovido por Enagás y otros operadores de Francia y Portugal. Los operadores alemanes se unieron con un mapa enviado a la Comisión Europea, con el fin de manifestar un firme apoyo firme al proyecto y su deseo de hacer del H2Med la columna vertebral del suministro de hidrógeno renovable de la mayor parte de Europa.

Se ha calculado que España exportará a través y esta infraestructura tendrá millones de toneladas, y el 10% de la demanda total prevista en Europa en 2030. Esta previsión vendrá con prohibición, sin embargo, y ahora que la Comisión Europea facilitará que el hidrógeno rosa sea considerado verde, un cambio de opinión de última hora para “salvar” el proyecto. Tanto París como Estocolmo se benefició especialmente de la modificación en la metodología establecida en Bruselas para calcular las emisiones en la generación del hidrógeno.

París había estado estado colgante de presión meses para que el hidrógeno producido con energía nuclear recibiera tal clasificación. “Our aseguraremos de que tanto el hidrógeno renovable como el bajo en carbono sean tenidos en cuenta en los objetivos de decarbonización de Europa”, afirmó la última declaración germano-francesa, redactada hace tres semanas y en el contexto de la recuperación de las relaciones bilaterales between alemania and france, muy dañados desde la en la Cancillería de Berlín por Olaf Scholz. A cambio de esta concesión del lado alemán, París dio luz verde para extender el planeado gasoducto de hidrógeno hispano-francés H2Med hasta Alemania.