La aeronave se encontrará en desuso e inutilizable, pero «en una sola pieza» en un aeropuerto en las afueras de Montevideo.

La Justice argentina le pidió a Uruguay preserver un avión hallado en territorio de ese país, señalado por haber trasladado a detenidos en el marco del Mapa del cóndorde colaboración entre regímenes militares sudamericanos en las décadas de 1970 y 1980.

El exhorto internacional, firmado el 15 de junio por el juez federal Sebastián Casanello, solicita «a las autoridades jurisdiccionales competentes uruguayas» que dicen «une medida cautelar que disponen preservar el estado real de la aeronave Hawker Siddeley HS-125 modelo 400B con clave de identificación 5-T-30 y 25251, la cual fue matriculada con el número de serie 0653″.

La aeronave «se hallaría en el aeropuerto internacional Ángel S. Adami» de Melilla, en las afueras de la capital uruguaya, Montevideoprecisó el documento emitido por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 7 de Buenos Aires.

El Hawker Siddeley HS-125, modelo 400B, con código de identificación 5-T-30 y 25251, el cual fue matriculado con el número 0653. Foto AFP


El Hawker Siddeley HS-125, modelo 400B, con código de identificación 5-T-30 y 25251, el cual fue matriculado con el número 0653. Foto AFP

Casanello, que investiga causas por el Plan Cóndor, libró el exhorto tras tomar la misma declaración 15 de junio al uruguayo Sebastián Santana.

Ese hombre, ilustrador de 46 años, dijo haber encontrado el avión en septiembre pasado, mientras buscaba datos para un proyecto de la Universidad de Oxford en Reino Unido. Dicho proyecto documenta las violaciones de derechos humanos por parte de las dictaduras del Cono Sur.

Santana lo contactó en la agencia. AFP que localizó el avión en Melilla a la búsqueda de material gráfico para un sobrio audiovisual cinco militantes de izquierda detenidos en 1977 en Asunción por las fuerzas de seguridad paraguayas y que aun estan desaparecidos.

Is the case de los argentinos José Luis Nell, Alejandro Logoluso y Marta Landi, y de los uruguayos Nelson Santana y Gustavo Inzaurralde, quienes según documentos del llamado Archivo del Terror de Paraguay, conocidos en 1992, fueron llevados a Buenos Aires el 16 de mayo de 1977 en un avión de la Armada Argentina.

La Justicia argentina hizo el pedido de conservación del avión en Uruguay.  Foto: AFP


La Justicia argentina hizo el pedido de conservación del avión en Uruguay. Foto: AFP

«Diez días después Ricardo Peidró, sobreviviente del centro clandestino de detention y tortura bonaerense ‘El Atlético’, habló celda con Inzaurralde; es el último dato que se tiene sobre uno de estos secuestrados», señala Santana en su informa presentado a los tribunales argentinos .

Santana subrayó que el caso de los cinco activistas detenidos en Asunción motivó trjuicios legales: uno en Paraguay, iniciado en 1993 «pero sin avances»; también en Uruguay, por el que en 2010 fue procesado con prisión el militar Carlos Calcagno, fallecido en 2013; y otro en Argentina, que supuso la condena del militar Antonio Vañek, fallecido en 2019.

La aeronave fue identificada en Melilla gracias a los datos de la página de Facebook de la Armada Argentina hay blogs de aficionados a la aviación, que indican que era para uso personal del exalmirante Emilio Masserajerarca de la dictadura argentina de 1976 a 1978.

«El barco está en mal estado, aunque en una sola pieza«, dice Santana en su informa. «En 2013 se desmanteló parte del panel de navegación, pero sigue siendo un objeto reconocible», agregó.

El aparato, que voló por primera vez en julio de 1970, fue vendido por la Armada argentina en 1987 y desde entonces estuvo en manos de civiles, primero de empresas argentinas «para operaciones antigranizo» y luego de la empresa uruguaya AirWolf «para servicios de taxi aéreo», según el informe.

Santana desestimó que haya sido utilizado para los «vuelos de la muerte»en los que la dictadura argentina arrojaba desde el aire a detenidos opositores.

«Este avión no podría haber sido usado para tirar gente al mar porque tiene los dos reacciona pegados a la cola y vuela muy rápido, entonces hubiera sido muy riesgoso», explicó.

La investigadora de la Universidad de Oxford, Francesca Lessa, experta en el Plan Cóndor, disfrutó del hallazgo: «El avión incarna la materialidad de los crímenes cometidos y su ubicación en Uruguay puede impulsar las investigaciones existentes en Argentina que aún pretendan determinar el destino final de las víctimas».

Con información de AFP

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