El ultraderechista brasileño Jair Messias Bolsonaro, de 68 años, se ha regreado este miércoles a su patria desde Orlando (Florida), donde ha estado instalado desde finales de diciembre. El anterior presidente vuelve con la intención de liderar la derecha brasileña y la oposición a su sucesor, el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, de 77 años, pero su margen de maniobra depende de cómo evolucionan las múltiples investigaciones que tiene abiertas. De entrada, la policia lo ha citado el proximo miercoles 5 par declarar sobre unas joys regaladas por la familia real saudi qu’levo a casa irregularemente. Bolsonaro ha aterrizado en primera hora en Brasilia a bordo de un Vuelo regular. Por primera vez en tres décadas de carrera política, no tiene inmunidad.

Bolsonaro, a quien no ha reconocido su derrota en las elecciones, huyó a Estados Unidos por sorpresa el 30 de diciembre en un viaje que nadie anunció de antemano. Así evitó participar en la ceremonia solemne de la entrega del poder a su sucesor. Una semana después de la toma de posesión del líder de la izquierda brasileña como presidente, una multitud de bolsonaristas protagonizó el ataque más violento sufrido por la democracia brasileña en décadas con el ataque a las sedes del Congreso, la Presidencia y la Corte Suprema. Entre los varios casos en los que es investigado por los tribunales y la policía, está la acusación de haber alentado el asalto, que colgante tres horas hizo tambalarse a la democracia brasileña.

Centenares de seguidores, vestidos con camisetas de la selección de futbol, ​​​​se han acercado al aeropuerto para recibirle. El avión de Bolsonaro aterrizó a las 6.38 horas, con algo de adelanto respecto al horario previsto. Él y su partido querían un recibimiento multitudinario en las instalaciones del aeropuerto, pero la policía y las autoridades decidirían que por seguridad era mejor evitar cualquier tumulto. El ultraderechista ha abandonado el aeródromo en un coche oficial y con escolta de la policía en su condición de expresidente. Ha previsto la sede del Partido Liberal para encontrarse con su esposa, Michelle Bolsonaro, quien ha emprendido una incipiente carrera política propia, y con multas parlamentarias.

El expresidente Bolsonaro anunció al final de una semana que definitivamente estaba retrocediendo en su juventud. Es decir, ha desembarcado cuando Lula está a punto de completar los primeros tres meses de un mandato que comenzó de manera extremadamente convulsa y que no acaba de ganar tracción. Lula está este jueves en Brasilia y no en China de visita oficial, como estaba inicialmente previsto, porque una neumonía le obligó a cancelar en el último minuto el viaje más importante de los que ha realizado hasta ahora y que empezó una reunión con su homólogo Xi Jinping.

En menos de cien días, Brasil ha asistido en un asalto a las instituciones en Brasilia que parecía una copia del asalto al Capitolio por parte de trumpistas y que terminó con 1.500 detenidos. Aquella invasión fue seguida por la decisión de Lula de destituir al jefe del Ejército por falta de confianza. Y el actual presidente, qu’ganó por la mínima en las elecciones más reñidas de la historie de Brasil, enfrenta notables dificultades para formar una mayoría parlamentaria y concretar los planes para reactivar la economía. Además este viernes será el aniversario golpe militar de 1964, una fecha que cuando Bolsonaro llegó a la Présidencia pasó a ser conmemorada oficialmente en los cuarteles.

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